Somos grandes guerreras

Quiero compartir la experiencia que he tenido después de haber pasado la etapa de mi masectomia, esto es, después de un año y nueve meses, tiempo en el cual me he ido sintiendo cada vez mejor, y hoy súper bien, gracias a la gente que me rodea: mis hijos, hermanos y amigos. Es también muy importante decir que depende mucho de uno mismo levantarse, poner de nuestra parte, sentirse como una guerrera que está en plan de luchar, de no dejarse vencer. Se vale caer, pero no se vale quedarse ahí, tirada. Es posible levantarse fuerte.

Muchas veces me sentí caer, lloré mucho y aquí estoy. Debo agradecer al grupo al cual pertenezco en la Fundación, que nos ayuda muchísimo a curar nuestras emociones, me han ayudado a sentirme aún más positiva. Actualmente estoy curando también mi espíritu en un grupo de personas cristianas, que me hace bien.

Estoy tomando un curso de cultura de belleza y tengo en mente tomar uno de repostería, más adelante los pondré en práctica para vivir de esto, haciendo cosas que me gustan y porque tengo en mis planes salir a conocer varios lugares de nuestro país, ya estoy pensionada y quiero disfrutar.

Deseo decirle a todas aquellas mujeres que están pasando por este proceso, que sí se puede luchar contra esta enfermedad. Siempre he dicho: somos unas grandes guerreras, recuerden, no por el simple hecho que nos quiten un seno o se caiga el cabello, dejamos de ser nosotras mismas. Yo sé que todo eso nos causa mucha inseguridad, pero hay que aprender a querernos y aceptarnos, a no decir “perdí un seno”, sino gané porque tengo vida y eso es agradecer mucho a Dios y al entorno que nos rodea. Esta es mi gran experiencia.

¡¡¡¡¡¡¡MUCHÍSIMAS GRACIAS A LA FUNDACIÓN!!!!!

Norma Virginia
Paciente de Fundación CIMA

Deja un comentario