Felicidad y cáncer. ¿Se pueden juntar estas dos palabras en la misma oración?

Begoña Zabalza, Directora Técnica de COMESAMA A.C.
Consultora Externa de Fundación CIMA.

Llevo muchos años trabajando para Fundación CIMA y colaboro también con otras fundaciones relacionadas con el cáncer de mama. En este tiempo he tenido la suerte de conocer a mujeres maravillosas que, pese a tener cáncer, han logrado ser un ejemplo de optimismo y ganas de vivir. Una de esas mujeres me comentó un día, que a ella, lo mejor que le pudo pasar era que le diera cáncer, (yo casi me caigo de la silla), que gracias al cáncer, había cambiado su vida y ahora se centraba más en las cosas buenas, minimizando las malas y sacando de su vida todo aquello que no le aportaba y que era feliz. Ella era feliz aún con cáncer.  

El escritor argentino Jorge Bucay dice que el ser humano tiene tres obligaciones en la vida: la primera, es  ser feliz, la segunda, es transformarnos en la mejor versión de nosotros mismos y dejar al mundo mejor de lo que lo encontramos y la tercera, es ayudar a por lo menos una persona a ser feliz. No a hacerla feliz, sino a ayudarla  a que tome conciencia de  que está obligada a ser feliz.

Otros autores piensan que la felicidad como tal no existe. Que sólo existen momentos aislados felices que pueden ser muchos o pocos,  pero que “la felicidad”, no existe. Entre estos autores se encuentra Jordan Peterson, quien dice que estamos tan obsesionados con alcanzar la felicidad que se ha convertido en una panacea.  Él dice que en realidad lo que anhelamos es el orden. Esto significa que aspiramos a ordenar nuestros mundos internos y externos para que sean manejables y comprensibles. Queremos hacer todo lo posible para escapar del caos. Y es que el caos nos produce ansiedad.

La ansiedad influye mucho en el estado de ánimo. Grados altos de ansiedad pueden ser paralizantes. La mejor forma de superar la ansiedad dice el experto en el tema, Barry McDonagh, es considerarla una sensación temporal que puedes superar, en lugar de verla como algo que puede detener constantemente tu progreso. Es preciso, continúa el autor, no evadir la ansiedad y por el contrario afrontarla e identificar cuáles son los pensamientos perturbadores (o pensamientos gatillo), y aprender técnicas para frenar la amplificación de esos pensamientos antes de que empiecen a crecer en espiral.

Por otra parte, para los neurólogos, la felicidad se explica en gran parte, por la producción de neurotransmisores como la dopamina, la oxitocina, la endorfina y la serotonina. Se puede estimular la producción de estas hormonas al consumir chocolate, perejil, romero, hierbabuena o tomillo. Otras cosas que pueden aumentar los niveles de estas hormonas es bailar, abrazar, tener relaciones sexuales, hacer ejercicio y reír.

En este artículo pretendo compilar algunos consejos para ser feliz de autores famosos en el tema, esperando que les ayuden a las pacientes con cáncer de mama a sobrellevar mejor este difícil momento.

Tal Ben-Shahar, profesor de psicología positiva en la Universidad de Harvard y encargado de impartir uno de los cursos más populares en esta prestigiosa Institución: “Mayor felicidad”, que atrae cada semestre a más de 1.000 alumnos ha resumido en estas 13 claves el secreto de la felicidad.

  1. Practicar algún ejercicio con regularidad (30 minutos al día es suficiente)
  2. Empezar el día con un buen desayuno
  3. Dar gracias a la vida por todo lo bueno que te sucede
  4. Ser una persona asertiva. Pide lo que quieras y di lo que piensas.
  5. Invertir tu dinero en experiencias, no en cosas
  6. Asumir tus propios retos; cuánto más pospones algo que sabes que tienes que hacer, mayor tensión y ansiedad te genera. Haz una lista semanal de tareas a cumplir y realízalas.
  7. Pegar fotos, frases y recuerdos bonitos de tus seres queridos por todos lados
  8. Saludar y ser amable con otras personas, sonreír cambia el estado de ánimo.
  9. Utilizar zapatos cómodos
  10. Cuidar la postura. Caminar derecho, con los hombros ligeramente hacia atrás y la vista al frente ayuda a conseguir y a mantener un buen estado de ánimo.
  11. Escuchar música
  12.  Comer bien. La calidad de la comida afecta nuestro estado de ánimo. Evita la chatarra
  13. Arreglarte y sentirte atractivo. El 41% de la gente dice sentirse más feliz cuando piensa que se ve bien.

Agrego otros consejos de Jordan B. Peterson autor del libro “12 Reglas Para Vivir”.

  • Ten amigos, mantén relaciones sociales estrechas.
  • Ayuda a otros; puede ser de forma esporádica o en un voluntariado.
  • Céntrate en lo positivo. Tu eres el narrador de tu historia. Enfócate en lo bueno y minimiza lo malo.
  • Se bueno escuchador y cuida mucho tus palabras

Gretchen Rubin autora de “The Happy Project” propone además de lo anterior, tomar el sol, tirar o deshacerte de todo los objetos que no sirven o no te gustan de tu casa y mantenerla ordenada, tener una vida espiritual, meditar y tener buena actitud, así como apreciar las pequeñas cosas.

Yo, por mi parte también tengo un par de consejos que agregar a esta lista: duerme bien. Si no puedes dormir por tus propios medios, ve al doctor a que te recete algo para dormir. Camina descalza en el pasto o la arena. Date un regaderazo de agua fría al terminar cada baño y lo más importante: dile a la gente que la amas, cuanto la amas. Nunca sabes cuando será la última vez que la verás

Robert Waldinger, profesor de psiquiatría de la Universidad de Harvard y maestro Zen, es el cuarto director del estudio sobre Desarrollo Adulto que comenzó en 1938 con cerca de 700 adolescentes. Algunos de ellos eran estudiantes de Harvard, otros vivían en los barrios más pobres de Boston. La principal conclusión del estudio es que la calidad de nuestras relaciones afectivas (amigos, familia, colegas) es el mayor predictor de nuestra felicidad y salud a medida que envejecemos. Y recordó que nunca es tarde para “energizar” esas relaciones o construir conexiones nuevas.

Un último consejo y quizás el más importante: pide ayuda. No tienes que pasar por este momento difícil sola. En Fundación CIMA y en muchas otras organizaciones, hay grupos de apoyo emocional lideradas por psicólogas especializadas en este tema. Habla de lo que sientes con tus amigas y si te es posible, con una psicóloga o psiquiatra. El simple hecho de hablar de nuestros problemas, nos alivia notablemente.